Cynthia

La sensación de gratitud es genial, permanece apegada a mí como una parte de quién soy y que me representa. El reconocimiento de que algo bueno ha pasado en mi vida y me hace muy feliz. La sonrisa que aparece por el recuerdo sincero de un evento maldito. Bendecido en su final por el amor. El amor de Dios, el amor propio, el amor de tu prójimo. Cuando la vida te regala recuerdos gratos, eso es amor. Creo que es una sensación que debemos considerar. Son dosis de amor eterno, son flores en los recuerdos, es el perfume agradable de menta en medio de la enfermedad y la confusión. Gratitud es un regalo que quiero destapar para las personas, quiero decirles: GRATITUD ES AMOR ETERNO!!!!! Gracias.  

Señores, ¡Nos ahogamos! en posibilidades... Aquellos que vivimos día a día con muchas opciones y sin nada que nos contenga. La libertad es hermosa para quién tiene un rumbo fijo y sabe navegar entre las aguas de oportunidades. Pero para los perfeccionistas, para los que no deciden un rumbo, el mar es pura aflicción. El sentimiento de estar perdido,  la incoherencia de vivir en medio de la nada, la absoluta y denegable lógica de que lo tenemos todo. La gente espera que camines hacia delante, a un futuro firme y próspero, lleno de sueños incompletos o incumplidos, huyendo de la escasez y el resentimiento, de esa falta de perdón que sigue culpando al mundo y a la familia por la privatización del afecto, del alimento, del placer y los méritos dignificados. Ah... Pero y qué si no te falta alimento? Pero y qué si no te aman? Pero y qué si te cuesta tanto ser digno de amar? Pero y qué si pierdo la vida misma buscando ese éxito mal soñado. Pero y qué... si me exiges que estudie y me prepare pa